Una ama de llaves, una criada y una cocinera robaron el anillo del rey. El rey ofreció una recompensa para quien encontrara el anillo. Un marinero llamado Grillo se hizo pasar por adivino para ganar las tres comidas diarias que el rey ofrecía. Grillo descubrió a las tres mujeres culpables mediante sus comentarios durante las comidas que le llevaban. Finalmente, Grillo encontró el anillo en el buche de un pavo y el rey lo recompensó generosamente.